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Bándalos Chinos: con el tiempo de su lado

Bándalos Chinos

Entrevista: Hernán Osuna

Tras un 2019 con grandes conquistas (un premio Gardel al Mejor Álbum Pop por Bach, dos nominaciones a los Latin Grammy, giras por el exterior y un cierre de año sold out en el Konex), el grupo de Beccar avanza sin prisa, pero sin pausa, en un contexto mundial de incertidumbre por la pandemia generada a causa del COVID-19.

Meses antes de que el coronavirus fuera el titular de todos los diarios, el combo indie pop integrado por Goyo Degano (voz), Iñaki Colombo (guitarra), Salvador Colombo (sintetizadores), Tomás Verduga (guitarra), Matías Verduga (batería) y Nicolás Rodríguez del Poo (bajo) se internó una vez más en los Sonic Ranch estudios de Texas (USA) para grabar un nuevo álbum. Allí, en medio del desierto y nuevamente junto al productor franco-mexicano Adán Jodorowsky, le dieron forma al flamante material que verá la luz en los próximos meses.

Insam


Para amenizar la espera, la agrupación ya estrenó dos canciones: “Mi manera de ser” y “AYNMG”. La primera es un viaje al pop de estadios de los 80: riffs de guitarra épicos, pianos eléctricos y coros envolventes. La segunda, “AYNMG” (Así Ya No Me Gusta), nos devuelve a una intimidad sensible, de guitarra acústica, sintes ambientales y un estribillo desesperado. Una balada con un sonido que nos lleva a los rincones más melancólicos de los 90’. Ambas canciones cuentan con una pieza audiovisual realizada por Tomás Terzano y Sebastián Cantillo en fotografía.

Con el propósito de conocer más detalles sobre el sucesor de Bach, REC Or Play dialogó con el vocalista Goyo Degano (GD) y el baterista Matías Verduga (MV). En una charla mediante Google Meet, los dos miembros de Bándalos Chinos nos contaron cómo atraviesan esta particular situación de pandemia y cuarentena, cómo fue grabar en Sonic Ranch en el medio del desierto, qué equipamiento utilizaron y más. Además analizaron todos los logros adquiridos por la banda en tan poco tiempo. “Lento, todo lo hago lento. No quiero acelerar”, dice el estribillo de “Lento”, uno de los temas de su anterior disco. Bándalos Chinos, se toma su tiempo y aun en medio de una pandemia mundial, avanza a paso firme, pero con los pies sobre la tierra. Sin acelerar. Con el tiempo de su parte.

Pregunta obligada: ¿cómo están atravesando esta cuarentena debido a la pandemia originada por el COVID-19?
GD: Bien, lo mejor que puedo. Tengo comida en la heladera y la suerte de poder quedarme en mi casa. Creo que eso es un privilegio, así que intento aprovechar el tiempo en el hogar cuidándome de la mejor manera posible. Emocionalmente hay días mejores y otros peores. Es normal que pase eso.

MV: Ahora ya me acostumbré un poco a vivir el día a día y estar encerrado. Veníamos con mucha actividad y en ese sentido estoy entendiendo un poco mejor lo que pasa. Sinceramente en los primeros días estuve en cualquiera: tenía mucha ansiedad, pero traté de generarme nuevos hábitos. Le presté atención al hecho de hacer ejercicio y cocinar. Después te aburrís un poco, pero es como dice Goyo, no nos podemos quejar. Yo estoy acá con mis hermanos, así que tengo compañía, por suerte. La llevo lo mejor que puedo, además practico con el pad, me siento en la batería y estudio cosas que con el día a día de la banda se te pasan. Cada tanto hay que volver a la práctica y a las cuestiones técnicas.

Recientemente lanzaron un single con dos canciones, “Mi manera de ser” y “AYNMG”. El primero tiene un sonido ligado a los 80’, con grandes coros, teclados y un riff de guitarra épico. ¿En qué se inspiraron para esta canción?
GD: Esto lo grabamos en enero. Las canciones fueron compuestas el año pasado, la mayoría de ellas las hizo nuestro tecladista. No sé si había una idea preconcebida a nivel producción y musical con respecto a cómo sonar, sino que el foco estaba puesto en las canciones. Eso se fue dando en el estudio. En “Mi manera de ser”, Adán Jodorowsky particularmente propuso hacer un revisionismo de música de los años ochenta y se utilizó un piano eléctrico Yamaha CP80, entonces es como que tiene esa mixtura de sonar bien de los ochenta, pero a la vez bien argentino. Charly García usaba mucho el CP80.

Bándalos Chinos

PH: Guido Adler

"AYNMG” tiene una impronta sumamente melancólica. ¿Cómo te preparás adecuadamente para cantar una canción así?
GD: Todo parte de la letra, cómo interpretar las palabras y traducir las emociones que todos los integrantes de la banda estamos poniendo en la canción. Entonces es un poco eso, encontrar un espacio intimista. También hay mucho trabajo previo, nos mentalizamos para estar conectados y enfocados. Llegamos ahí, a la hora de la grabación, como a rendir. Es la final del Mundial. Tenés un mes para ir, darlo todo y ganar todos los partidos, porque si no te volvés a casa.

Eligieron grabar el nuevo material en Sonic Ranch, el estudio de Texas (USA) en el que grabaron Bach. Matías, ¿qué set utilizaste para este registro? ¿Qué sonido se intentó buscar en lo referente a la batería?
MV: Utilicé un set híbrido que fuimos configurando en el estudio. Tienen muchas baterías y distintos elementos desparramados en varios sitios, entonces vas viendo qué podés usar. En este caso utilicé toms de una batería Rogers de 1973 y el bombo era de una Slingerland. En cuanto al redoblante, lo fuimos viendo y cambiando en cada tema, eso es algo que lo vemos con Adán. La idea de mantener una afinación baja y la batería bastante muteada viene de la mano de él y comenzó en Bach. Ahí él me pidió un toque bien chiquito, bien minimalista. En este álbum me dio un poco más de libertad y rienda suelta para una mayor pegada en los tambores y platillos. En Bach quizás me cortaba la toma y me pedía menos intensidad. Pero esta vez cada tema requería algo diferente.
Todo el audio y la producción de las baterías se vio en Sonic Ranch, así que me siento muy identificado con lo que te decía Goyo de ir a jugar el Mundial. Para mí es así, hay que estar a la altura de lo que Adán pide y de las circunstancias. Por otra parte, es una locura las cosas que podés encontrar en Sonic Ranch: tambores de luthiers, cosas vintage, platos, toms, todo. increíble.

Goyo, ¿y vos qué mics utilizaste?
GD: Usamos varios micrófonos. Adán Jodorowsky se empezó a cebar y me armaron un boost de grabación de voces en otro lado, cosa que, si la toma de referencia estaba buena, quedara. Ahí empecé a grabar con un Neumann 87, pero era la versión previa, que era fabricada por Telefunken. Es el mismo mic, pero en una época lo hacía Telefunken. Es de los 60. Tremendo. Y después grabamos con un micrófono RCA de los años 50. Eso fue re interesante e hicimos un experimento que van a escuchar cuando salga el disco. Es como una grabación a la antigua.

La mezcla nuevamente la realizó el francés Jack Lahana, ¿no?
MV: Sí. Él trabaja con Adán habitualmente. Es un animal.

GD: Es un loquillo total. No lo conocemos personalmente, pero quiero ser su amigo (risas).

¿Tienen prevista ya la fecha de edición del álbum?
MV: Con estos tiempos que corren la fecha va cambiando día a día. Vamos manejando los tiempos según lo que va pasando y lo que se puede hacer. La idea es sacarlo en octubre. ¿Cierto, Goyito?

GD: Sí, vamos a sacar un sencillo en julio, luego otro en agosto y entre finales de septiembre y principios de octubre, si todo anda bien, lanzar el álbum.

Crecieron mucho en los últimos años. En 2019 ganaron un premio Gardel a Mejor Álbum de Pop por Bach, fueron nominados a los Premios Latin Grammy, giraron por nuevamente por México y otros países, cerraron el año en el Konex con un show sold out. ¿Qué planes tienen para cuando todo retorne a la normalidad? Y por otro lado, ¿cómo ven hoy a la distancia todos los logros cosechados?
GD: Cuando se pueda la idea es girar por Argentina y llegar a un montón de lugares nuevos. Además, vamos a viajar a Chile, Ecuador, Perú y Colombia. Y también ir a México.

MV: Personalmente es algo a lo que pude prestarle atención en estos tres meses de cuarentena. Empecé a recordar y mirar para atrás y pensé: “No puedo creer que hayamos todo esto el año pasado”. Viajamos a Mendoza para los Gardel, después con Goyo nos fuimos a Las Vegas y volvimos en un vuelo a tocar directo en Córdoba. No te imaginás que vas a estar en esa y sobre la marcha no podés hacer tan buen análisis o disfrutar tanto lo que está pasando. En ese sentido, lo estoy procesando mejor ahora que el año pasado. Pensás: “Wow, qué groso todo esto que pasó”. Me da ganas de volver.

GD: Lo vivimos con mucha gratitud. Si bien ahora estamos trabajando con un sello en México, mantenemos nuestra estructura autogestiva independiente, involucrándonos en todos los niveles de desarrollo del proyecto. Son pequeñas victorias y cuestiones que nos hacen crecer y que resultan un motor y estímulo para seguir en la misma senda. Y también somos muy agradecidos de poder haber dejado otros laburos a lo largo del tiempo, con el fin de dedicarnos full time a esto. Hay que agradecer por ello.

Da la sensación de que se ustedes se toman las cosas paso a paso, van saboreando el camino. Hoy por hoy en las redes sociales se muestra sólo el resultado final, el éxito, y se consume lo inmediato. Pero ustedes tienen todo un trabajo detrás y arrancaron tocando cuando eran alumnos de un colegio en San Fernando.
GD: Somos muy optimistas. ¡Sabemos cargar equipos! (Risas).

MV: Eso es algo lindo que tiene la banda. Fue un proyecto largo y está en constante cambio. Es muy loco haber llegado hasta acá. Me pasa de hablar con amigos o gente que no es tan allegada y que se siente parte del camino. Te dicen: “Me acuerdo cuando los iba a ver a los bares en sus comienzos”. Lo lindo de hacer esto hace tanto tiempo es poder ver todo lo que te esforzaste para llegar hasta acá. Fue mucho esfuerzo y mucho cambio, ya que nuestra música fue evolucionando.

En los inicios se los comparaba con la banda francesa Phoenix y con la música de Luis Alberto Spinetta, pero Bándalos Chinos, sin renegar de todas esas influencias, genera un sonido muy propio.
MV: Sí, a veces va de la mano con lo que vamos escuchando en ese momento y lo que es fuente de inspiración. Hoy en día, Adán Jodorowsky tiene influencia sobre ello y quizás nos dice: “Che, estuve escuchando mucha música de los 50 y de los 60. Mirá lo que hace tal o cual artista acá”. En Nunca estuve acá (2014) estábamos a full con Phoenix y ahora estamos en otra sintonía. Va mutando todo. Vamos a Sonic Ranch y sale un tema de cada estilo (risas).
 

Bándalos 2

PH: Guido Adler

¿Qué sintieron al escuchar la versión de cuarteto que el grupo Q´ Lokura hizo con “Demasiado”?
GD: Fue una sorpresa. Re flashero. Jamás hubiera esperado una versión cuartetera de ese tema. Fue un subidón y la usamos como outro en nuestros shows. Estamos saludando, ponemos esa versión y la gente empieza a bailar cuarteto. Le pregunté al cantante de esa banda como llegaron al tema y me contó que la conocieron a través de una recomendación de YouTube.

MV: Sí, lo hicimos en Córdoba y la gente enloqueció.

¿Adónde quisieran llegar con Bándalos Chinos en el futuro? ¿Les gustaría expandirse aún más en el plano internacional?
MV: Sí, obviamente. Sería bueno ir a tocar a España, por ejemplo. Y terminar de recorrer América Latina, generando un ida y vuelta con la gente en esos países.

GD: Me gusta mucho la idea de poder crecer más acá en Argentina y ganarle al refrán de que “Nadie es profeta en su tierra”. Me encantaría poder tocar a la vuelta de mi casa también. Seguir creciendo y desarrollándonos en nuestro país es algo clave.

Escuchá el nuevo single de Bándalos Chinos acá: www.youtube.com/watch?v=DpcTXa15Bv4

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