Siempre le ha dado mucha importancia a la educación. Usted mismo ha estudiado con los grandes maestros y nunca pareciera haberse detenido... Así es. Mi carrera profesional comenzó a los 12 años junto con mis hermanos. Como suele ser habitual, comencé participando en las marching band y armando una banda de covers para las fiestas. A los 17 años ya tenia la idea de dedicarme profesionalmente a la música y me di cuenta que para ello había que estudiar. Mi primer maestro fue Ronnie Benedict, con él estudié los rudimentos básicos, aprendí a leer música y a entender diferentes estilos musicales. Fue un gran motivador y educador. Me ofreció el perfecto camino para comenzar a entender los fundamentos de la batería. Mi siguiente maestro fue Al Miller. Con él aprendí a tocar en una big band, me enseñó el trabajo de independencia en el set y una variedad de habilidades para emplear a la hora de tocar.
Además era un gran amigo de Buddy Rich a quien conocí a través de él y por eso llegué a tocar en varias sesiones de estudio con Buddy. Mis estudios continuaron con Joe Morello. Joe era el estudiante top de Lawrence Stone, el autor del libro “Stick Control” y con él crecí en todos los fundamentos de la técnica. Luego estudié con Jim Chapin que es realmente uno de los tesoros de la industria de la percusión. Cuando me mudé a California continué estudiando con Shelly Mane, Joe Porcaro, Colin Bailey y Johnny Guerin. Y cada experiencia era y sigue siendo extremadamente memorable. Pero no todos los músicos pueden ser buenos docentes.
¿Qué piensa al respecto? Hay que tener el deseo, la pasión y la necesidad de compartir y que eso te haga feliz. Para mi no es un lugar menor el del docente con respecto al músico profesional que vive de gira. Ambos se pueden potenciar y desarrollar. Pero también es necesario que alguien se dedique a la enseñanza, los grandes maestros han guiado a grandes y tremendos músicos. Roy Burns, uno de mis mentores, gran baterista, tremendo músico, dedicado educador y filósofo profundo, me dijo un día: “Ten cuidado con la información que le das a un estudiante, asegúrate de que está preparado para recibir esa información”. Demasiada información en el momento equivocado puede confundir y desviar el enfoque. Pero creo profundamente en una frase: “To inspire people to aspire!” Tu inspiras gente que desea. Y esto es todo, así se arma esta cadena. Inspirar es casi una palabra sagrada, es tocar el alma de otra persona, y a su vez esa persona, lo hará con otra y así sucesivamente es una cadena divina. Actualmente mi estrategia con los estudiantes es mas simple. Primero: ¿Qué es lo que deseas ser? Segundo: Ahora que sabes lo que querés ser, visualiza un plan para lograrlo. Tercero: Mantente en ese plan. Cuando ya estás en curso, has comenzado.
¿Quiénes fueron los bateristas que lo inspiraron? Tengo muchos ejemplos de gente que me ha inspirado mi deseo: Gene Krupa, Buddy Rich, Elvin Jones, Louie Bellson, Max Roach, Tony Williams, Papa Jo Jones, Chick Webb, Roy Burns, Joe Morello, Sonny Payne, Steve Gadd, Shelly Manne, Jeff Porcaro, Joe Porcaro, Al Miller, Jim Chapin, Charlie Perry, Rufus Jones, Mel Lewis, Art Blakey, Ray Baduc, Davey Tough, Philly Jo Jones, Kenny Clare, John Bonham, Keith Moon, Bill Ward, David Garibaldi, Carmine Appice, Chester Thompson, Larrie Londin, Graham Morgan, Ed Shaugnessy, Colin Bailey, John Guerin, Bernard Purdie, Virgil Donati, Vinnie Coliauta...y la lista podría seguir. Pero yo sugiero tener al menos dos discos de cada uno de los mencionados, escucharlos, escucharlos una y otra vez. Y todo lo que necesitás es escuchar la pasión y la dedicación que ponen en cada nota que tocan.
Algunas cosas que escribe en su página web tienen un acercamiento espiritual y filosófico que recuerdan en algo al punto de vista de Mickey Hart (baterista de Grateful Dead) en su libro “A Journey into the Spirit of Percussion”. Si, claro, creo que con Mickey pensamos lo mismo acerca del poder de los tambores. Acerca del poder de la música. La música es muy poderosa. Puede enriquecernos y llevarnos a un verdadero viaje emocional e incluso a un camino espiritual. Yo creo que cada ser humano de este planeta posee un talento de alguna forma. Tal vez trabajando en el área de computación, desarrollando habilidades matemáticas, realizando algo con tus manos como un fino artesano, lo que sea. Y el talento musical es un regalo. Pero no todo el mundo tiene ganas de dedicarse a la música porque es una gran responsabilidad e implica un deseo muy grande. Yo llevo 40 años de carrera profesional. No he hecho otra cosa que tocar la batería. He tocado con los mejores músicos, me he divertido muchísimo y he tenido una catarata de emociones en cada experiencia vivida. No es magia, es ser Uno con el Universo.
¿Cuáles son los ítems más importantes que debe trabajar un baterista? Fundamentos básicos de las técnicas, entender cómo aplicarlas y cuándo. Aprender a tocar jazz, rock, funk, latin, trabajar la independencia, los rudimentos y cada aspecto de la percusión. Tomar lecciones, ver DVDs, hacer preguntas, concurrir a clínicas, investigar todo acerca de la batería y la percusión. Viajando por todo el mundo he descubierto que los problemas son los mismos en China o en Puerto Rico y que los bateristas forman una comunidad muy especial.
¿Cuándo comenzó a dar clínicas?En el año 1979 con Vic Firth. Luego me convocó Sabian y desde el 88 estoy con ellos. He trabajado con la compañía inglesa Premier y ahora toco con Mapex y creo que estoy bendecido por contar siempre con el apoyo y la confianza de las compañías para convocarme como un difusor del instrumento. Mi primer clinic tour fue con Simon Philips y Billy Cobham. Yo viajé por casi todo el mundo y llevo dos mapas: en uno coloco pins de color en los lugares donde he estado y en el otro mapa veo todos los lugares donde aún no he estado. No importa donde voy, el sentimiento es el mismo, es cálido, es intenso, apasionado. Es el mismo sentimiento en cada baterista en el planeta entero.
¿Cómo elige su set de batería? Yo uso una Mapex Saturn de maple, me gusta esa madera porque es fuerte y tiene un claro punch en el sonido. Tiene el sonido profundo que necesito. Maple generalmente me garantiza una buena calidad de sonido. Uso un bombo de 22’’ con parches Evans Emad arriba y abajo para que produzca un grave profundo. Mi set de toms es 12, 10, 16, and 14. Así puedo hacer con ellos todo lo que quiera y me brindan con su sonido muchas ideas creativas. En platos uso Sabian porque tienen un sonido muy expresivo y dinámico, están construidos de tal forma que puedo pasar de un sonido fuerte y brillante a un sonido más suave y apagado. Tiene un amplio rango, mi set de platos es como el de una orquesta preparada para cualquier situación. Asi es que tengo un rango expresivo que va donde yo quiera, y yo necesito ir del splash al china especialmente porque disfruto el rango de expresión armónica que se produce al tocarlos. Uso una técnica al tocar los platos que envuelve el sonido más hacia los bordes y eso le da el dramatismo que necesito. He tenido la suerte de poder probrar varios set de platos Sabian y por mi técnica open hand (manos abiertas) finalmente mi set quedó conformado así (tanto en vivo como en estudio): Splashes HH Series de 10 y 12’’; Crash HHX de 16 y otro de 14’’; uno de escenario y otro de studio; un Ride a mi izquierda de la línea Legacy en general y un ride a mi derecha ambos de 20’’. China de 18 y de 20’’; hi hats de 13 y de 14’’. Muchos bateristas tienen en el set el splash frente a ellos, donde suelen tener el golpe o la mano más hábil. Pero a mi me gusta colocarlo sobre el hi hat, así puedo tratar de hacer algunas nuevas ideas con mi lado más débil. En el tema parches uso Evans porque me brindan el rango de opciones de sonido. Afino mis parches de tal forma que la parte de arriba está un poco más tensa que el parche de abajo. Necesito obtener el pitch más bajo posible y, como armo mi set de cuatro toms, los afino entre si con intervalos de cuarta. Yo recomiendo mucho tomarse todo el tiempo del mundo para encontrar el parche que nos da el sonido que nos gusta, es muy importante, es un aspecto básico a la hora de encontrar el propio sonido.
