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El guerrero

Willy Quiroga – Vox Dei

Por Luis Mojoli

¿Por qué decidiste grabar en Vivo?

La grabación en vivo tiene la calidez de lo que sucede en ese momento. En estudio es más tranquilo, hacés un montón de tomas de un mismo tema si es necesario. En cambio en vivo la cosa es toma uno, emoción pura. Y aparte está la gente, es la calentura del vivo, se siente esa energía. Muchas veces nos necesitamos mutuamente con el público porque si el músico no genera emoción la gente no recibe nada. Es un ida y vuelta esto.

¿Cómo surgió la idea de grabar en Mr. Jones?

Grabamos en Mr. Jones que es un lugar de rock y blues que está en Ramos Mejía. Hace años que tocamos ahí. Todos tocan ahí, vienen bluseros de Estados Unidos, es un lugar que nos contiene a todos. Y Rogelio [Rugilo], el dueño de lugar, me propuso grabar una actuación de Vox Dei. Y yo acepté con gusto a pesar de que nosotros ya tenemos varias grabaciones en vivo. La grabación la hizo Rogelio junto a Charly Aisenstein. Ellos manejan otro idioma, yo dejo todo en manos de ellos. Zapatero a tus zapatos en mi lema en lo que respecta a las grabaciones. Yo no me siento con la capacidad de involucrarme ahí. Como ahora en la mezcla dejo todo en manos de Ezquiel [Morfi]. Yo solo escucho.

El formato actual es un trío, sin embargo en la mezcla suena un piano...

Hace rato que somos un trío de guitarra, bajo y batería y luego agregamos un pianista (Alejandro Arias) y una segunda guitarra eventualmente. Todos músicos de zona sur que nos conocemos hace rato. Tocan bien pero además son grandes compañeros de trabajo.

¿Cómo armás el repertorio, teniendo en cuenta que sos uno de los músicos que preserva el legado de Vox Dei?
Nuestro repertorio es mayormente de clásicos y en este disco en vivo incluimos temas de distintas épocas. Empezamos con “Total qué”, aunque en Sadaic nunca se llamó así por aquella ley que no permitía dos temas con el mismo nombre. Entonces “Total qué” se llamó “A nadie le interesa si quedás atrás”. También tocamos “Azúcar amargo”. Hay otro del 2006 que se llama “El camino”, también está “Como toro”. Es muy difícil resumir 50 años de trayectoria en un puñado de canciones aunque en verdad cuando arranqué en Vox Dei yo ya llevaba 10 años en la música, es decir que tengo 60 años de trayectoria.

Willy Quiroga – Vox Dei

¿Qué es lo que te decidió a ser músico?

Cuando me compré mi primer guitarra fue muy cómico porque yo iba a un boliche donde el que tocaba la guitarra tomaba mucho. Y la guitarra se golpeaba constantemente contra el piso. Entonces le dije que le quería comprar la guitarra, me daba pena cómo la maltrataba casi. A esa guitarra y a ese episodio casi fortuito le debo todos estos años, es algo que siempre menciono para entender la importancia de lo que quizás parecen hechos insignificantes.

¿Qué música tocabas en tus inicios?

Tocaba folklore pero cuando aparecieron los Beatles me cambió la cabeza. Yo trabajaba en un laboratorio dental cuyo dueño era un norteamericano y por eso sabía bastante inglés. Me compré las partituras de los Beatles y empecé a tocar ese repertorio. La primera que saqué fue “Corre por tu vida” [“Run for your life”] y luego “Socorro”. Era un divertimento que luego se fue transformando en algo más serio. Los Beatles me abrieron la cabeza, son muy grosos. Cuando conocí a quienes fueron mis compañeros en Vox Dei yo ya tenía 27 años y desde los 17 que estaba tocando. Pero cuando se arma Vox Dei me dije “Encontré a la banda que estuve buscando toda mi vida, la banda que me expresa y la banda con la cual puedo expresarme”. Por eso yo nunca dejé la banda y mi compañero baterista Rubén Basoalto tampoco mientras estuvo con nosotros.

¿Qué recordás de los comienzos con Jorge Álvarez?

Con Jorge Álvarez tengo recuerdos encontrados. Era un tipo de hacer cosas muy locas. Él tenía una editorial y un día se le ocurre hacer cosas con la música. Y ahí armó una compañía como Mandioca para grabarnos a todos nosotros, a Vox Dei, a Manal, a Moris, etc. El productor en aquel momento hacía las cosas porque creía en eso, era una cosa casi ideológica. También estaba el dinero pero no era solo eso. Hoy parece que solo es el dinero lo que mueve a los productores.

¿Te gustó la versión sinfónica de La Biblia que hizo Billy Bond?

Desgraciadamente la escuché. Pasaron cosas muy locas. Cuando sale nuestra Biblia la revista Pelo dijo “Ahora tenemos que hablar antes de La Biblia y después de La Biblia”. Como que el disco marcaba un hito en lo que era hasta ese momento el rock nacional, un antes y un después. Luego al maestro Gustavo Beytelmann — que hizo los arreglos para la versión sinfónica— cuando le preguntaron si invitaría alguno de los músicos de Vox Dei para su versión dijo “No, si ya tenemos a los mejores músicos”. Bueno, claro, estaba Charly García, Nito, Medina, Billy Bond, todo el staff de La Pesada. Pero eso fue algo que organizó Jorge Álvarez un poco en represalia hacia nosotros porque nos habíamos ido de Mandioca. Es que Álvarez nos hacía tocar y no nos pagaba, entonces nos desvinculamos. Y él quiso hacer su versión de La Biblia para superar la nuestra y yo creo que eso es insuperable.

Las versiones muchas veces no encuentran el punto justo. Suele pasar con las versiones de los clásicos...
Soda Stereo hizo una versión del “Génesis” que es maravillosa pero Beytelmann hizo toda una introducción que en realidad no tiene nada que ver con la idea original. Y además fue bastante irrespetuoso porque manifestó en Pelo que para él La Biblia de Vox Dei era como un cuaderno borrador para hacer su versión. Un colega no puede decir eso, sobre todo cuando está haciendo una versión de algo. Pero son cosas que pertenecen al pasado. El tema es que yo estoy acá, Vox Dei sigue trabajando y tenemos muchísimos shows. La Biblia fue grabada en una compañía que se llamó Disc-Jockey que ya no existe más. Se vendieron miles de ejemplares y esta gente no nos pagó lo que nos correspondía. No lloro por el dinero pero considerando la popularidad de esta obra tendríamos que haber ganado un dinero y no fue así. Como contrapartida, digo que somos millonarios en cuanto al cariño y el reconocimiento de la gente. El dinero va y viene, el cariño de la gente es para siempre.

Willy Quiroga – Vox Dei

Llama la atención que La Biblia se haya grabado solo en cuatro canales.

La grabamos en cuatro canales en TNT que ya no existe más. El Estadio debió haber salido a defender ese tipo de lugares. En aquel tiempo Almendra se había traído los Marshall de afuera y nosotros usábamos los Robertone, que eran buenos pero un Marshall era otra cosa. Y justo Emilio del Guercio pasó por el estudio y cuando me vio con el Robertone me ofreció su Marshall para grabar. Si te fijás en “Las guerras” te vas a dar cuenta que tiene otro sonido y es porque está grabado con el Marshall que me prestó Emilio. Eso fue ya hacia el final de la grabación de La Biblia. Tuve suerte con los colegas porque siempre fueron generosos conmigo. Mojarra Fernández una vez me prestó su Fender Jazz Bass. Alfredo Toth no me conocía y me prestó su campera Lee, que en aquel tiempo no cualquier la podía tener, en un festival en el Luna Park en 1969, cuando Los Gatos eran lo máximo y a Vox Dei no nos conocía nadie. Te vas dando cuenta de la generosidad desinteresada de los colegas. Como una vez le presté mi equipo Ampeg a Ricardo Iorio cuando tuvimos una fecha juntos y se le quemó su ampli. Es un ida y vuelta.

Es bueno que puedas seguir actuando con el nombre de Vox Dei. Finalmente la justicia dictaminó que tanto vos como Ricardo Soulé pueden hacerlo. ¿Cómo tomaste esta decisión?

El nombre se lo puse yo y la persona que luego lo reclamó [Soulé] ni siquiera le gustaba en ese momento. Pero finalmente las cosas tomaron el curso correcto y la justicia dictaminó y hubo un arreglo. Yo soy Willy Quiroga Vox Dei.

Vox Dei no le pudo escapar a los problemas de tantas bandas. Los egos, las idas y vueltas, los celos...

Cuando estás peleando para subir la gente apoya. Cuando llegás, esos mismos que te apoyaron, te tiran piedras para bajarte. No sé por qué pero el ser humano es así. Y luego está el entorno que te va comiendo la cabeza y te dice “Si no fuese por vos esta banda no existe”. Quizás en algún momento te lo creés pero lo que pasa es que ese entorno le dice lo mismo a tu compañero. Pero me ha tocado vivir cosas muy locas, como reclamar co-autorías por una coma. Yo en La Biblia aporté varias cositas, sobre todo en las letras, pero en ningún momento pensé en reclamar nada porque siempre tuve en claro que todo el mérito lo tenía Ricardo Soulé, el que fue realmente el que hizo todas las letras. Todos los músicos de nuestra generación queríamos tocar, los problemas aparecieron cuando nos enteramos que existía Sadaic y que solo cobraban los compositores de las canciones. Todo termina en una lucha de egos que desemboca en separaciones de los grupos.

¿Cómo se hace para estar tantos años en la ruta sin perder el entusiasmo?
 

Me considero un tipo normal. Vengo de una familia pobre, fui mozo de bar, mozo de parrilla, panadero con mi viejo, hice repartos de pan con carros con caballos y luego me compré la guitarra y me peleé con mi viejo porque él quería que fuese panadero. Ahora cumplí 78 años y me siento bien, parafraseando a mi amigo Fontova. En el mundo de la música uno conoce de todo y hasta que un día me di cuenta que un montón de cosas no me ayudaban en nada. Soy un agradecido a la vida.

La mezcla

Por Ezequiel Morfi (Estudio Titanio)

“Estamos mezclando un show de finales de 2017 en Mr. Jones. Es un repertorio nuevo porque Willy ya publicó un disco nuevo en 2016 y desde entonces ha compuesto varios temas. Apareció la idea de grabar porque además de los clásicos de Vox Dei, que están presentes en el disco, también está el material menos transitado e incluso algunos estrenos que para mí es el núcleo del show y del disco. Es todo un desafío porque muchas de estas canciones aún no tienen versiones en estudio y Willy decidió presentarlas en vivo.”

“Es un formato en trío con Carlos Gardellini en guitarra y Simón Quiroga en batería y algunos apoyos de teclados o guitarras acústicas en algunas canciones. Esto se grabó en vivo en 16 canales y la mezcla la llevamos a 32 en 64 bit. Si bien el espíritu no es mantener necesariamente la crudeza de lo que puede ser un registro en vivo pero definitivamente tampoco vamos a regrabar ni procesar demasiado para que no pierda su naturaleza. Es un trabajo muy artesanal, llevamos una cantidad de horas considerables retocando y mejorando los sonidos. Hay una curaduría técnica en forma de compuertas, ecualizadores dinámicos pero no en forma de edición. La idea es tener una calidad de sonido de estudio, sin las torpezas del vivo. No hay ninguna sobregrabación, la premisa fue no retocar simplemente acomodar. Es un disco doble de 15 tracks y con la lista completa de canciones y en su mismo orden en que se tocaron.”

“La mezcla empieza en la plataforma Reaper con procesadores, efectos y ecualización y compuertas y viaja hacia nuestra vieja y querida consola analógica Mackie de los 90. El trabajo técnico se apoya en estas dos patas que combina lo mejor de ambos mundos. Y luego el máster de la consola va a otra computadora con otro sistema de conversión en donde está nuestra habitual cadena de mástering. Nosotros en Titanio trabajamos a la vieja usanza: el mástering no es un proceso distinto sino que es el corte del disco. Lo que se escucha en la sala es el audio final. No es una manera de trabajar innovadora pero hoy en día no es lo habitual; es una técnica y una manera de trabajar que viene de los 60 y los 70.”

“Es un trabajo de unas cincuenta horas. Me parece algo normal con situaciones donde se puede extender un poco pero por ejemplo contamos con la gracia de que a Willy no hay que tocarle una sola nota cuando él canta. No es un pedido de él sino que tiene una corrección artística infernal. Canta todo en la tonalidad original y no se puede creer que en vivo no pifie una nota.”

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