Entrevista: Luis Mojoli
Lugox Music, la reconocida casa de música ubicada en Avenida Nazca al 2400 continúa pisando fuerte en el rubro a través de la venta clásica de instrumentos musicales, pero también con un pie en las nuevas generaciones que apuestan al streaming, a los live de Instagram y a los videos de Tik Tok como formatos para acaparar nuevas audiencias. Hugo Luis Clérici, titular de la firma que también fabrica desde hace años los reconocidos micrófonos y cables Cat Blues, dialogó con Rec Or Play.com.
¿Cómo nace el nombre de Lugox Music?
El nombre de Lugox surgió de la unión de dos nombres. Yo tenía un socio que se llamaba Luis y mi nombre es Hugo: ahí salió Lugo. Después nos dimos cuenta que Lugo es una región de España y que además hubo un presidente paraguayo con ese nombre, así que decidimos cambiarlo y agregarle la letra X: quedó Lugox. Nos pareció simpático y tenía mucho gancho, así que le pusimos Lugox Music para dar cuenta de que se trata de una casa de instrumentos musicales.
¿Cómo comenzás a relacionarte con la música?
Empecé tocando el bajo eléctrico. Estudié contrabajo y dirección coral en el Conservatorio Nacional, pero siempre laburé con el bajo eléctrico. A los 18 trabajaba acompañando a cantantes en programas de televisión. Luego comencé a reparar instrumentos y a hacer trabajos de luthería en general, lo cual fue el inicio de lo que se transformó en Lugox.
Contame sobre el inicio de Lugox Music.
Lugox empieza en 1990. Era la explosión de lo importado, traíamos Ibanez, Epiphone, Marshall, junto con lo nacional que nunca dejamos de trabajarlo.
En relación a tu juventud, ¿qué cambios notás con respecto a cómo viven los jóvenes actualmente la pasión por la música?
Hubo un cambio de paradigma en el gusto de los jóvenes. Creo que pasa con respecto a la falta de referentes en relación a instrumentistas jóvenes. Cuando nosotros teníamos 15 o 16 años, nuestros ídolos en el escenario tenían entre 20 o 25 y ahora no es tan así. Los jóvenes siguen siempre el ejemplo de los que están ahí cerca, entonces al no haber referentes a seguir de músicos virtuosos jóvenes, el paradigma cambió. Los gustos musicales de las y los jóvenes no pasan tanto por la ejecución de los instrumentos sino por cantar o expresarse de otra forma. La esencia creo que viene por ahí. Es un cambio constante que después va a venir con otras generaciones y desembocará en otras variaciones.
¿Qué diferencias notás con respecto a otras épocas en lo relativo a la venta de instrumentos musicales?
Los cambios se dieron mucho en los instrumentos electrónicos, teclados, y pedaleras. Lugox Music se especializa en instrumentos de cuerdas y, en ese sentido, no hubo tantos cambios: la guitarra se sigue ejecutando de la misma forma y la gente viene por el instrumento igual que en los años 60 o 70, con el mismo entusiasmo. Los instrumentos clásicos tampoco cambiaron: cellos, violines y contrabajos se siguen vendiendo y ejecutando igual. Sí cambió la electrónica y, en la mayor parte de la electrónica, los teclados. Los de los años 60, Farfisa y el viejo Hammond, ahora se incorporan a las nuevas tecnologías que sin dudas son mejores. La electrónica cambió 100% en los instrumentos y también en el audio de los equipos: el sonido es distinto, la forma de grabar también y los micrófonos son diferentes. Aunque el Shure SM-58 sigue siendo un líder.
Con Kubero Díaz (Billy Bond y La Pesada, Los Abuelos de la Nada, La Cofradía de la Flor Solar)
¿Cuál creés que es la principal característica que define a Lugox Music?
Lugox siempre se caracterizó por vender guitarras, es el instrumento que más hemos vendido. Dentro de ellas, la criolla ha sido la más escogida, nunca se dejó de vender. Pero no sólo se nos conoce por la venta, sino también por nuestro servicio de luthería. Una de las características de Lugox Music es la de siempre tener un buen staff de luthiers trabajando. En este momento hay luthiers de guitarras criollas, eléctricas, violines y cellos que están a disposición del cliente. Ellos son: Federico Onuska, Mario W. Alvarez, Dante Attianese y Marcelo Flamini. Eso es muy importante, porque cuando uno vende un instrumento no sólo da una garantía, sino que se da una garantía después del propio vencimiento de la misma. Es decir, si pasaron años después que compraste el instrumento y tenés un problema, seguro vas a volver y se va a poder resolver. Es muy raro que no se pueda recuperar un instrumento. Tal vez el problema sea el costo, pero no la posibilidad de hacerlo.
Con Marcelo Azzali (ZZ Percusión)
¿Qué artículos son los que más se venden en la actualidad?
Si bien lo que más se vende es la guitarra criolla, al igual que antes, algo que se ha incrementado luego de la pandemia es la venta de electrónica. En este caso, las interfaces que se usan para entrar a la computadora sin latencia, por ejemplo. Como decía, ha aumentado mucho la venta de interfaces, micrófonos condenser, el antipop, etcétera. Todo el armado en el brazo articulado que se coloca para hacer los streamings y algún directo en Instagram u otra red social, evolucionó muchísimo desde la pandemia. Fue tal el boom que hay muchas empresas que al tener tanta demanda no pudieron seguir con la producción. Hoy en día se siguen vendiendo mucho estas cosas, porque los chicos siguen grabándose y continúan realizando streamings desde sus casas.
Junto a Vikingo Martínez (El Reloj)
¿Qué visión tenés a futuro con respecto a los instrumentos musicales y la música? ¿Hay riesgo de que desaparezcan?
Pienso que los instrumentos siempre van a ser utilizados. Puede venir la inteligencia artificial, puede haber mucha electrónica y demás, pero la gente siempre va a querer ejecutar un instrumento. Porque cuando estás con tu instrumento en soledad, se trata de vos y tu inspiración. Muchas veces solo se pueden comunicar cosas a través de un instrumento; no creo que se pueda cambiar eso. Al menos espero que no. Creo que habrá muchos cambios de todo tipo: las nuevas generaciones traerán cosas inimaginables. Aun así, confío en que los instrumentos siempre van a generar un momento íntimo con la persona que los ejecute, ya sea en público o en un ámbito privado.
Con Larry Zavala (ex Nepal)
¿Alguna anécdota con clientes famosos?
Tuvimos muchos conocidos, Pappo quizás fue uno de los más recordados. Era del barrio y solía venir al negocio a calibrar sus guitarras y a comprar cuerdas casi semanalmente. Lo conocí como Pappo, el rockero recio que venía al local; pero también iba a mi casa y era muy tierno con mi madre, que tendría unos 90 años. Le daba un beso y la saludaba con un “Hola, mamita”. Para ella, Pappo era el chico que tocaba en la televisión. Conocí al Pappo músico y al Pappo más humanizado. Haber tocado con él en un cuarto, mientras reparábamos cosas, fue un momento muy agradable. También promocionó nuestra línea de cables Cat Blues.
