¿Cuándo y bajo qué concepto se produjo el nacimiento de TAMABA?
TAMABA nace en 1992 como academia de música, entendiendo la escuela de música popular como una identidad más libre para enseñar y aprender música que los conservatorios tradicionales. La idea fue cambiar la forma de estudiar música en relación a cómo se conocía históricamente esta disciplina en los conservatorios. En 1996 se monta el primer estudio de grabación y se comienzan a producir los discos de ensambles y bandas de alumnos. En 1998 las instalaciones de TAMABA se amplían con la mudanza a su actual sede, Alsina 1994, donde junto con la calidad de los docentes y la expansión de su oferta académica (cursos de grabación de sonido, talleres de piano, guitarra, bajo, batería, flauta, saxo, y canto) permitieron ofrecerle a los alumnos una atención personalizada, abierta, sensible, seria, en donde la música y el sonido fueran (y son) la materia prima para construir el saber. En 2005 TAMABA se transforma en Instituto Terciario de Música y Sonido incorporado a la enseñanza oficial con dos carreras que otorgan los títulos oficiales de Músico Profesional, Técnico Profesional en Música y Técnico en Grabación de Sonido y Producción Musical. En 2009 TAMABA crece aún más: se construye una nueva planta y en ella, un nuevo estudio de grabación y nuevas aulas. Actualmente, nuestra sede posee todo lo necesario para proporcionar una sólida formación integral en instalaciones constantemente actualizadas, aulas especialmente acondicionadas, instrumentos, salas de ensayo y equipamiento de última generación. En 2013 estrenamos nuestro nuevo plan de estudios Técnico Superior en Sonido con Orientación en Producción Musical integrando toda nuestra experiencia obtenida con el plan anterior. Nuestro proyecto crece y estamos comprometidos en brindarles a los jóvenes un espacio para optimizar las posibilidades de acceder a estudios superiores de música y sonido y, consecuentemente, al mercado laboral. Estamos trabajando para acompañar y orientar a los nuevos músicos, técnicos en sonido y grabación, instrumentistas, operadores de sonido, cantantes y productores musicales en su desarrollo académico, social y laboral y brindarles una formación cívica y ética basada en el respeto al otro, en la responsabilidad en el ejercicio profesional y en el deseo de la educación permanente.
¿Cómo era el panorama de la educación musical en la ciudad cuando arrancaron con TAMABA y cómo ven la actual oferta académica (estatal y privada) para los músicos de la ciudad?
Cuando comenzamos había academias, es decir, ninguna carrera formalmente desarrollada, sólo los tradicionales conservatorios. Hoy se mantienen ambas estructuras pero aparecieron los institutos terciarios como el nuestro con títulos oficiales. Estos institutos están avalados por el Ministerio de Educación y son válidos en toda Sudamérica, Panamá, México, España e Italia, más allá de los convenios que nosotros firmamos con distintas escuelas y universidades de diferentes países para homologar materias. Ha evolucionado muchísimo la enseñanza y la oferta. Las academias no cubren ya las expectativas de los interesados. Y la oferta estatal tarda en aplicar los conocimientos en su programa de estudios. Desde el primer día de clases nuestros alumnos entran al estudio de grabación y mezcla.
¿Qué ofrece o qué tiene TAMABA que pueda diferenciarse de otras instituciones de su tipo?
Respecto de las academias nosotros ofrecemos un título oficial, es decir, son dos mundos completamente diferentes. Con respecto a los escasos terciarios que existen (menos aun en Sonido que en Música) nosotros tenemos docentes de Berklee College of Music que toman exámenes a nuestros alumnos, clínicas y workshops con músicos mundialmente reconocidos, programa de becas internacionales y excelencia académica. Varias de nuestras materias directamente están armadas por docentes egresados de Berklee College.
A través del contacto diario con los alumnos, ¿observan que las nuevas generaciones están más preparadas en cuanto a conocimiento a raíz de un contacto más temprano y empírico con el acceso a la información (internet y demás)? ¿Ya se siente en los músicos y principiantes del sonido ese contacto precoz con data e información que hasta no hace mucho se tardaba mucho más en dar con ella?
Es compleja la respuesta. La tecnología es mucho más accesible. La información es absolutamente accesible. Por un lado la mayoría ya viene con algún tipo de manejo de soft pero tratando de entender por qué pasan las cosas. Cuando entienden lo que va a pasar cuando muevan una perilla dejan de manejarse por prueba y error. Por otro lado, los alumnos no necesariamente vienen con la inquietud de buscar todo lo que pueden. Nosotros motivamos eso muchísimo a través de los workshops donde hacen el sonido a músicos como Carl Palmer, Dave Liebman, Tony Levin, Jon Anderson y eso hace que tengan que buscar info, data, sobre qué es lo que necesitan para cada experiencia en particular. Por otra parte, en cada clínica los alumnos indagan sobre la experiencia del músico. Y para eso necesitan antes ser guiados por el profesor de producción musical, investigar el currículum del músico, etc.
¿Qué respuesta tienen en los alumnos la realización en la propia de escuela de clínicas y workshops con músicos de fama internacional?
Buenísima. Hemos tenido workshpos de rock con Dominc Miller (Sting, Phil Collins), Tony Levin (Peter Gabriel, John Lennon), Jon Carin (Pink Floyd, The Who, Roger Waters), Guy Pratt (Michael Jackson, Madonna), Carl Palmer (ELP), Billy Gould (Faith No More) entre muchos otros. También nos ocupamos del jazz, por supuesto, con Dave Liebman (Miles Davis, Chick Corea), Oscar Stagnaro (Paquito D’Rivera), Ron Anthony (Frank Sinatra) y tantos otros. La repercusión es buenísima, los chicos hacen la producción, el sonido, en fin, todo lo que hace a un evento y tienen como docente a esos músicos increíbles.
