¿Cuándo comenzaste a tocar? Comencé con una guitarra (una española) que me compró mi madre cuando tenía 11 años. Realmente no me entusiasmó de entrada el instrumento. Para ese entonces me gustaba más cantar o escuchar discos. Empecé a dedicarme al instrumento y a tomarme con más seriedad la música a los 18 años.
¿Cómo fue tu formación? Cuando terminé el secundario decidí estudiar un instrumento con más dedicación. Elegí la guitarra.Tomé clases con algunos profesores, no mucho tiempo, debido a que no logré una continuidad prolongada con ninguno. Mi forma de aprender nuevas ideas es escuchando discos, temas, sacando solos de algún guitarrista o solista y sobre todo vinculándome con diferentes músicos.
¿En qué momento y a través de qué artistas llega el jazz a tu universo musical? Comencé a prestarle más atención al jazz por medio del rock. Bandas como Living Colour o Mr. Bungle, que introducían conceptos del jazz (como la improvisación) dentro del heavy, funk o el trash. Miles Davis con los discos Tutu, Decoy, You are under arrest.
¿Cómo se produjo tu ingreso a los grupos de Spinetta y el Indio Solari? Se dio naturalmente. Un día llegué a mi casa y me encontré con un mensaje de Luis en el contestador (no se bien si fue por recomendación de Javier Malosetti o Nico Cota). Lo llamé y me dijo que necesitaba otro guitarrista para la presentación de un disco nuevo llamado Para los árboles. Empecé a ir a lo ensayos y me sumé al grupo que tenía en ese entonces: Tuerto Wirtz (batería), Javier Malosetti (bajo), Nico Cota (batería digital), Claudio Cardone (teclados), Rafael Arcaute (teclados), Mono Fontana (teclados) y Graciela Cosceri (voz).
La presentación fue en el Gran Rex. Creo que 19 y 20 de septiembre del 2003. Al Indio lo conocí en un ámbito de grabación. Grabé El tesoro de los inocentes y más tarde convocó a los músicos para formar la banda y presentarlo en La Plata y Montevideo.
¿En qué se parecen y en qué se diferencian los modos de trabajo de Spinetta y Solari? Creo que las similitudes como las diferencias no llegan a emparentarse. Esto quiere decir que trabajan de maneras distintas. Sus tiempos son diferentes y la música en sí refleja distintos estados o sonidos. De alguna forma lo más parecido que tienen es lo que generan en su público (no en el sentido de euforia ya que un show del Indio es muy diferente a un show de Spinetta). Esa admiración por la música y la forma de ver las cosas.
En los conciertos con el Indio tuviste que tocar algunos de los pasajes de guitarra más populares de la historia del rock argentino (los que tocaba Skay con los Redondos). ¿Buscaste el reflejo literal de esas músicas o le buscaste otra vuelta con tu visión personal? Recuerdo que ensayamos mucho antes de los conciertos en La Plata. La lista era de 30 temas, así que tuvimos que aprender los 14 temas de El tesoro de los inocentes y más de diez temas de Los Redondos. El proceso en si fue reproducir lo más parecido posible los solos y arreglos de guitarra originales (cosa que no fue fácil ). Por otro lado teníamos que repartirnos los diferentes roles de guitarras (de los discos) y adaptarlo a dos guitarras (para el vivo). Fue una experiencia intensa e inolvidable.
En tu disco Rojo hay una impronta spinetteana (en las composiciones, tu forma de cantar y, tal vez en menor medida, el sonido de la guitarra). ¿Todo eso estaba en vos antes de tocar con Spinetta o se incorporó a raíz de tu experiencia con él? Realmente trato de buscar una influencia propia, sin dejar de lado las situaciones vividas con distintos músicos. Creo que es inevitable que se trate de relacionar la música que uno hace con un parentesco o influencia directa de otro artista. Rojo tiene un contraste notorio de estilos, podés encontrar una vertiente vinculada al rock, heavy, funk o RnB. También hay un formato de canción que se puede llegar a vincular con la música de Luis u otro músico.
