¿A qué edad comenzaste a tocar y por qué la batería? Empecé a molestar con tachos y cosas por el estilo a los siete años, tratando de acompañar lo que escuchaba. Mis viejos, al ver que yo tocaba todo lo que tenía al alcance de mis manos, decidieron mandarme a estudiar. Cuando uno es chico no sabe por qué hace algo, lo hace y listo. Me gustaba pegarle a las cosas y hacer un poco de ruido más o menos a tempo.
¿Cuáles fueron las primeras músicas por las que te interesaste? En mi familia siempre se escuchó muy buena música, y yo orejeaba todo. Mi viejo trabajaba de músico en los ?60 y tocaba la guitarra así que el tenía un montón de vinilos. Me ponía a tocar sobre discos de George Benson, Earl Klugh, etc. Me acuerdo que había un disco de Sara Vaughan con versiones de temas de los Beatles que me re-gustaba,y unos discos de Louie Bellson en corte directo que eran tremendos.
¿Quiénes fueron tus primeros modelos como bateristas, de aquí o del extranjero? Tengo que decir que Dave Weckl fue una influencia grande para mí. Me acuerdo que cuando vi su primer video dije: ?¿Cómo es que suena eso con la batería?? Y desde ahí empecé a escuchar sus discos y transcribir sus cosas. Jota Morelli, Cristian Judurcha y Marcelo Novati fueron también una gran inspiración. En esa época me mataba escuchando los discos de Lito Vitale Cuarteto.
¿En qué momento y con quién empezaste a tocar de manera más o menos profesional? Tocaba percusión clásica en la Sinfónica de Rosario y con bandas de la zona. Después grabé un disco con Vilma Palma e Vampiros y recién ahí empecé a salir de gira y conocer un poco el ambiente y cómo se maneja este rubro. En el año 2000 monte un estudio de grabación con mi viejo, que es técnico en audio, y comencé a meterme en el tema del audio y a producir cosas, algo que está muy bueno porque te abre un montón la cabeza. Luego inicié mi camino en Buenos Aires. Me acuerdo que le llevé un demo a Jota Morelli en una clínica que realizó en Rosario y él me recomendó. Toqué en la banda de Magalí Bachor y realicé unas grabaciones para los discos de un reality de canal 13. Y luego vino la oportunidad de trabajar con Diego Torres.
En una clínica reciente tocaste cosas de alta complejidad técnica y luego dijiste que todo eso no servía demasiado si el baterista no estaba al servicio de la canción. ¿Para qué sirve entonces ser técnicamente virtuoso? ¿El baterista es siempre un instrumentista que siempre está al servicio de otros músicos? La técnica y la destreza son las armas que tiene que tener el instrumentista para hacer música. El tema es cómo las utilizamos. Por ejemplo, saber qué tipo de fill rinde para la canción y para cada estilo de música. Podemos hacer un súper fill, complejo técnicamente y de un ?alto virtuosismo?. Pero lo ideal es encontrar el momento dentro de la canción para tocarlo dónde se va a lucir más. Es muy importante escuchar lo que hacen los otros músicos. Ahorrar está muy bien. Pensemos en los discos de Alejandro Sanz donde toca Vennie Colaiuta. Si en esos discos Colaiuta demostrara todo su virtuosismo en temas de ese estilo, sólo lo comprarían los bateristas. En definitiva, no estamos al servicio de los músicos; somos músicos al servicio de la música, que es algo muy distinto.
¿Tenés una rutina de entrenamiento que mantenés a diario? Toco todos lo días. Siempre caliento un poco las manos y después trato de tocar y corregir cosas que no tengo claras. Siempre con alguna pista o un click. No hay que agotarse, a veces está bueno dejar de tocar por unos días y acomodar ideas. Y, sobre todo, hay que tratar de disfrutar cuando se estudia. Esto es música, si no disfrutamos no tiene sentido.
¿Con qué batería estás tocando actualmente? Soy endorsement de baterias DW, platillos Sabian y parches Evans.
