Entrevista: Hernán Osuna
Este jueves 6 de julio, Julieta Iglesias, pianista de formación clásica oriunda de Vicente López, presenta en la capital británica "Londres suena a Serú", su disco de solo piano con las más destacadas piezas de la emblemática banda argentina Serú Girán. El show, previsto para las 19 (hora UK) en el Temple Of Art & Music, ubicado en el céntrico y turístico Mercato Metropolitano de Londres, permitirá bucear en la obra de la banda que integraran Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro, desde un costado diferente: en formato de piano clásico, con arreglos distintos y con mucho corazón. Sí, tocar "Desarma y Sangra" a 1128 km (esa es la distancia en línea recta entre Londres y Buenos Aires) de casa va a emocionar a la propia protagonista de la entrevista y a los miembros de la comunidad argentina que estén allí presentes viéndola. Y por qué no, conmover a londineses y turistas de paso.
Antes de su show, la pianista le cuenta a REC Or Play cómo surgió la idea de este proyecto que contó con la bendición del propio Charly García y fue difundido por Mario Pergolini; su llegada a Londres, la recepción de las canciones de Serú Girán entre el público británico, sus influencias ("Me crié escuchando rock", asegura) y consejos para quienes quieran emigrar y vivir de la música. "Se sale siempre a flote, pero hay que bancársela", dice, con firmeza.
¿Cómo surge la idea de revisitar la música de Serú Girán y realizar un homenaje de solo piano?
Fue puramente de casualidad. Durante la pandemia se cancelaron todos mis conciertos y había perdido alumnos, así que tenía mucho tiempo libre para seguir estudiando y practicando mi repertorio de música clásica, que es lo que venía haciendo: piezas de Debussy, Chopin y Ravel y algunas cosas de Astor Piazzolla. De repente comencé a juguetear un poco con temas de Serú Girán. Hace unos 10 años había hecho una versión de “Desarma y Sangra”. Así que, durante las tardes de pandemia, mi juego del día era tocar cosas de Serú Girán imprimiéndole recursos de música clásica, como pensando qué haría Sergei Rachmaninoff si tocara canciones de Charly García. Todo se empezó a poner muy interesante y encima hacía unos meses había vuelto a escuchar “Peperina” y me habían interesado un montón las armonías del principio. Recuerdo que me puse a revisar las canciones y un día quise aprender la introducción entera de “A Los Jóvenes de Ayer” que es súper pianística. Me fui poniendo más obsesiva; quería escuchar los bajos de Aznar, pasarlos al piano, entender bien todos los detalles. Y así, cuando ya tenía tres o cuatro temas, pensé: “Uh, estaría buenísimo hacer un disco”.
Así que te pusiste manos a la obra y realizaste una producción totalmente autogestionada.
Exacto. Todo sola: grabación en casa, hacer el arte del tapa de disco, las fotos, subirlo a las plataformas, etcétera. Lo estrené y nunca pensé que iba a tener el impacto que tuvo, que iba a hacer ruido. Me parecía súper lindo y me gustaba a mí, pero nunca me propuse hacer un homenaje a Serú con la idea de difundirlo seriamente. Se fue dando naturalmente.
La parte positiva del encierro durante la pandemia, ¿no?
¡Totalmente! Fue recontra divertido y fue por ese lado, nunca con un ojo comercial. Aparte imaginate: estar en Londres, haciendo música de una banda de rock nacional argentino que para nosotros es espectacular, pero que en Inglaterra no es conocida, y encima todo versionado al piano clásico… Es como: “¿A quién se le ocurre?”. Nadie puso una ficha en mí, salvo Mario Pergolini que lo compartió y siempre me apoyó y apoya.
Recién lo mencionabas a Pergolini, también te contactaste con Fernando Samalea. ¿Cómo llegaste a Mario?
Fue espectacular, todo el mundo me dijo “Mirá que es la figurita difícil, eh”. Yo ni lo pensé. El día que se estrenaba mi disco en las plataformas, hice varios posteos en redes sociales y en Twitter arrobé a varias radios, incluida Vorterix. No esperaba nada de nada. En eso, una conocida argentina que vive en Londres me dice: “Pergolini está pasando tu disco en la radio”. Yo no lo podía creer. Empecé a buscarlo en YouTube y estaba Vorterix online, así que lo pude ver. Mario pasó el disco y otros álbumes míos, con cosas de Piazzolla y de música clásica. Más allá de que fue un mimo al alma y que se tradujo en que me conociera más gente y me empezaran a seguir en redes, fue una especie de esperanza con respecto al hecho de que yo no tenía ningún contacto. O sea, cero. Ningún allegado a Pergolini, nada. El tipo lo vio, le gustó y utilizó mucho tiempo de su programa para difundir lo que hago.
Totalmente inesperado.
Estoy completamente agradecida por eso, porque estamos en un mundo muy difícil en el que a veces te frustra pensar que tenés que destinar más tiempo en salir a conocer gente por tu actividad musical, que el que utilizás para estudiar tu instrumento. Hace poco estuve en Argentina y Mario me invitó a grabar un programa donde me entrevistó y toqué el piano. Fue algo muy lindo y la verdad es que estoy muy agradecida con él, amén de que es una personalidad muy conocida en el ámbito de la radiofonía y del rock argentino.
¿Cuál fue la recepción del público británico a tu homenaje de piano clásico con las canciones de Serú Girán?
La primera que lo toqué en vivo fue cuando Charly cumplió 70. La gente de Porteña UK, un local que queda en la zona de Borough Market, un mercado al aire libre súper turístico, me contrató para un show. Toqué al aire libre. Fue un montón de gente argentina que ya estaba avisada a través de los grupos de Facebook, pero también hubo muchas personas que se quedaban mirando, que justo pasaban por ahí y se sumaron a escuchar en ese día espléndido de sol. El video se viralizó, pero lo importante es que ese día Borough Market sonó a Serú Girán y Charly García. La recepción del público fue genial, había gente que no tenía idea de lo que estaba pasando. Y otra cosa loca que pasó fue que las y los argentinos, conocidos o no, terminaron llorando. Es súper conmovedora la música de Charly, de Serú y de todo nuestro rock.
¿Cómo termina una pianista de formación clásica nacida en Vicente López en Londres? Imagino que tomaste la iniciativa con el afán de salir al mundo y abrir nuevos horizontes.
Mi llegada a Londres supuestamente iba a ser muy fácil y terminó siendo a los recontra ponchazos. Me habían hecho un ofrecimiento laboral que no se concretó, así que terminé llegando a Londres sin trabajo, sin alojamiento, sin piano, con mis títulos en mano y nada más. Llegué y me fui a vivir a una habitación. En Argentina es más común que uno se pueda alquilar un departamento…
Allá, flatmates (“compañeros de piso”) a full, ¿no?
¡Flatmates! O sea, caí a los 33 años a vivir acá, compartiendo con gente, cosa que nunca había hecho, y dije: “Bueno, está bien. ¿Y ahora qué hago?” Me fui armando, comencé trabajando en un colegio y así empecé, hasta que tuve mis alumnos particulares, me pude comprar un piano y me mudé a un estudio sola, cosa que en Londres es muy pero muy difícil. Renuncié al colegio, empecé a tener más alumnos y a tocar, vino la pandemia y tuve que empezar casi de cero. Pero salió lo de este disco y empezaron a llegar más oportunidades. Hubo muchos momentos de incertidumbre.
Claro, imagino que habrás pensado “¿En qué va a desembocar todo esto?”
Sí, fue como “¿Qué hago acá?” A veces pensaba: “Tomé la decisión más estúpida de la historia”. Pero bueno, son esas experiencias que te marcan un montón y te ponen a prueba.
A propósito de ello, ¿qué consejos les darías a quienes desean dedicarse profesionalmente a la música y quieren salir al mundo?
Tienen que tener mucha perseverancia. Hay que estar preparados, la carrera del músico tiene muchos altibajos. Se sale siempre a flote, pero hay que bancársela. A veces me cuesta, eh. Un día, algo que te salió mal, te vale por diez mil y una cosa que te sale bien, no te genera tanto impacto positivo. Es como muy fácil caer en ver lo negativo. Cuando pensás comercialmente en la música te estresa, porque nosotros como artistas queremos estudiar, tocar y ya. Pero también es cierto que, si nadie conoce tu arte, no te van a ir a ver. Si hacés las cosas con perseverancia, sabés que eso es lo que te gusta y podés soportar las horas de estudio, las cosas se van dando. A nadie le gusta estudiar todo el tiempo, pero el esfuerzo da sus recompensas. Yo incentivo a que salgan y recorran, obviamente en la medida de lo posible. Sé que muchas veces es difícil, porque insune mucho dinero, pero para aquella persona que lo pueda hacer, es algo a tener en cuenta.
En la vida muchas veces te la tenés que jugar y no estás seguro del resultado. Aparece el miedo y uno se focaliza en que las cosas pueden salir mal. Pero creo que en ciertas ocasiones hay que cambiar la perspectiva y pensar: “¿Che, y si sale bien?”
Totalmente.
No es fácil, pero generalmente las cosas terminan acomodándose. Como decía Cerati en “Dejavu”: “Hoy el universo está a mi favor”
Exacto.
¿Qué expectativas tenés con respecto al show de este jueves en el Temple Of Art & Music?
Estoy con mucha expectativa, ya me escribió un montón de gente que no conozco diciéndome que va a ir y eso fue genial. Los otros días teloneé a Fabiana Cantilo acá en Londres y eso fue una exposición espectacular. El show va a ser en un lugar súper céntrico, así que aspiro a que vaya mucha gente no argentina, para que se empiece a empapar de la música de Serú. Irónicamente he presentado el disco en el mundo más que acá en Inglaterra, porque anduve por España, Francia, Argentina y Estados Unidos. Me genera mucha emoción poder dejar esa huella acá en Londres con las canciones de Serú Girán.
Lo bueno de las nuevas generaciones que consumen música es que se despojan de los prejuicios. Hoy alguien puede disfrutar de la música de Sergei Rachmaninoff, Frédéric Chopin, Béla Bartók y después escuchar a Duki, Wos, Ca7riel o Katy Perry. ¿Notas ese carácter desprejuiciado en Inglaterra?
Totalmente. Acá podés ver a alguien caminando con una estética totalmente dark y luego el pibe se mete a ver un concierto de música clásica. La gente tiene una mentalidad muy abierta. Me pasa a mí también: yo no escucho música clásica en mi casa. Nunca lo hice. Me gusta tocar música clásica e ir a un concierto en vivo. Alguna vez sí puedo poner un disco de Marta Argerich, por dar un ejemplo. Pero yo escucho rock, me crié escuchando rock toda la vida. Escuchar eso no me hace un cortocircuito con lo que después toco. Creo que muchos prejuicios se van rompiendo y uno no tiene por qué dar explicaciones. El público elige lo que quiere comprar o escuchar, te guste o no. Hay de todo y para todos, podés elegir lo que quieras y es respetable. Todo es válido.
Escuchá a Julieta Iglesias en Spotify.
Más info: www.julietaiglesias.com
