¿El baterísta es quién debe llevar las riendas dentro de un grupo? Cada banda tiene su naturaleza, cada baterísta tiene su personalidad, y todos somos distintos. Recuerdo una frase de Chad Smith, baterista de Red Hot Chili Peppers: “uno toca como es”. Creo que realmente es así. Yo toco como soy yo, apasionado, enérgico, charlatán, no soy metódico ni medido. De este modo toco la batería, y por mi personalidad soy de llevar las cosas para adelante. Soy quién marca el tiempo, soy quien dispara las pistas desde un mini disc, por eso en muchos casos el resto de la banda deba estar atento a lo que yo haga.
¿Por qué apelan al uso de un mini disc para disparar secuencias o pistas? Fue algo que aprendimos de los chicos de la Bersuit, con quienes entablamos un vínculo muy cercano. A veces la cantidad de over dubs que se hacen en estudio y las condiciones técnicas que hay en vivo, hacen que tengas que reproducir ciertos detalles como se grabaron en el estudio. Si por ejemplo hay un piano con un colchón de hammond y no tenemos el hammond apelamos a las pistas, o que suene un shaker y que no tengamos la posibilidad de tener un percusionista en vivo. Estas cosas van amalgamando la canción, redondeándola. El día de mañana tal vez usemos o probemos con una Digi 02, con un Pro-Tools, hasta ahora el mini disc ha superado todas las pruebas, pero lo que finalmente sale al público es una señal mono, una mezcla, en cambio si se disparara con un Pro-Tools podrías contar mínimo con ocho canales.
¿Se vuelve necesario el uso del metrónomo en la formación de un baterísta? El concepto de tiempo es fundamental para un baterista, es necesario saberlo y tenerlo en claro. Todo batero sabe que tiene que tocar con un tiempo matemáticamente perfecto, por lo menos en sus inicios, después ya habiendo dominado esto podés tomar decisiones de tipo artísticas, haciendo que una canción se atrase o se adelante en tiempo. A nosotros particularmente nos llevó mucho tiempo y varios discos el poder convivir con el metrónomo, pero una vez superado el acartonamiento, pudimos acomodarnos, todos comprendimos el concepto de tiempo matemático de una canción y así nos aseguramos de llevar al vivo aquello que ensayamos.
¿Cómo fue tu formación como baterista? No tengo tradición de músicos en mi familia ni arranqué tocando otro instrumento. Comencé de grande, tenía 17 años cuando agarré la batería. Ey! de Fito Páez en casete fue mi primer acercamiento al rock. Fui muy autodidacta. Escucho muchos discos, veo mucha in- formación en Internet, consumo revistas de bateristas, soy fierrero digamos. Me interesa saber desde el último libro que salió hasta el último tornillito. Pude conocer la fábrica de Zildjian, entonces pude investigar mucho sobre el ‘hardware’ de la batería. Además de los rudimentos también conocí mucho sobre el equipamiento del instrumento. Conozco mi instrumento, pude investigar sobre el sonido que busco, el sonido que a mí me gusta, cambiando parches, cambiando afinaciones, usando un aro de madera en la chancha por ejemplo.
¿Cómo tenés armado tu set actualmente? Uso una Mapex modelo Orion, un solo tom de 13‘ x 9’ que con una afinación normal me da el sonido y el despegue que busco. Mi redoblante de cabecera es un Black Panther de nogal, con aro de Die Cast. Dos chanchas: 14’ x 14’ y 16’ x 14’; y bombo de 24’ x 18’. Uso parches Classic Duo doble capa arenados de RMV arriba y abajo un resonador. Para el tambor uso Remo Emperor X, grueso con un refuerzo en el medio que se la banca y no desafina y tampoco pierde la afinación. Con respecto a los platos, utilizo platos Zildjian, en su mayoría platos de medidas grandes. Pareja de 15’, A Custom Master Sound, con el borde acanalado, el modelo Bonham. AZ Medium Crash, platos que no son tan duros, más versátiles de 16’, 18’ y 19’, un ride Avedis Rock Ride con terminación brillante, crash ride de 21’ y un china oriental de 18’ y un splash chiquito invertido.
